lunes, 11 de julio de 2016

Las vírgenes suicidas (libro y película)

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Ya que en la misma semana terminé el libro y vi la película he decidido que me apetece escribir una entrada sobre ambas para así no hacer dos distintas. La novela Las vírgenes suicidas (1993) es el primer libro publicado del autor estadounidense Jeffrey Eugenides que explica, a través de varios testimonios, la historia del suicidio colectivo de las cinco hermanas Lisbon. Cecilia, Bonnie, Lux, Mary y Therese Lisbon tienen entre trece y diecisiete años y han vivido siempre en el mismo barrio, rodeadas de las mismas personas y con una madre estricta y religiosa y con un padre dócil y bonachón. Las cinco hermanas han sido siempre el deseo de un grupo de adolescentes que durante su vida las vieron como inalcanzables, y es a partir de su suicidio que ellos deciden intentar desentramar por qué decidieron quitarse la vida.   

La novela es un entramado de declaraciones de personas y vecinos del barrio que dan su opinión sobre la familia Lisbon y sobre lo que ellos creen que sucedía en casa de las chicas. En ningún momento se sabe quién es el narrador, solo que desea descubrir qué sucedió realmente. Lo que a mí me pareció más interesante es que, a pesar de que las protagonistas son las hermanas Lisbon, apenas se sabe nada de ellas en todo el libro. Se sabe lo que suponía la gente, lo que los vecinos pensaban que sentían y creían, pero en ningún momento nos llegamos a meter en su cabeza ni en su corazón, por lo que lo único que llegamos a saber de ellas es lo mismo que los vecinos: apenas nada. Es como si el propio lector fuera un vecino más que se tiene que quedar con las ganas de conocer la verdad de esas niñas. Creo que nunca había leído un libro en el que casi no se supiera nada de los protagonistas y por eso Las vírgenes suicidas me sorprendió tan gratamente. Aparte de eso, la maestría con la que el autor dibuja la trama y se expresa es impresionante, y visto está que no cualquiera puede hacerlo.

FUENTE
La película, diridida por Sofia Coppola y estrenada en el año 1999, está protagonizada por Kirsten Dunst, James Woods, Kathleen Turner y Josh Hartnett. No sabía qué esperar de ella cuando la empecé a ver porque si ya de por sí es difícil llevar al cine una novela, más difícil es hacerlo de un libro en el que apenas se conoce a las protagonistas. Pero lo cierto es que me gustó. Es fiel al libro, sí, muchísimas escenas de la novela (al menos todas las importantes) aparecen en la adaptación cinematográfica, pero sin embargo no sentí lo mismo viendo la película que leyendo el libro. A medida que lo leía iba sintiendo una especie de tristeza y de desazón por las hermanas Lisbon, porque ya desde el principio se sabe cuál va a ser su destino, mientras que en la película no me pasó. De alguna manera no llegué a empatizar con ellas como sí pude hacerlo con las de la novela, y eso sin apenas conocerlas. 

El libro es más lúgubre (supongo que influye el hecho de que eres tú mismo quien te imaginas las escenas y los personajes mientras que en la película te lo dan todo mascado) y, en mi humilde opinión, es más visual que el propio film. El autor hace unas descripciones tan reales, tan palpables, que a veces me daba la sensación de que era capaz de oler las asquerosas moscas del pescado a las que tanto nombraba. Por otra parte, en la película se centran muchísimo más en el "romance" entre Lux Lisbon y Trip Fontaine mientras que en el libro, por decirlo de alguna manera, pasa sin demasiada pena ni gloria. Es cierto que es una historia importante, pero no tanto como para que gran parte de la película girase en torno a ella. Me dio la sensación de que Sofia Coppola quería distender el ambiente y hacer una película de chicas jóvenes y adolescentes mientras que el libro no busca eso. La novela simplemente explica una historia, la historia de cinco hermanas que un día decidieron suicidarse, por crudo que suene, y eso la película no supo darlo o al menos a mí no me lo pareció. Pero está bien, he visto películas mejores y peores

Si os animáis a leer el libro lo único que os voy a decir es que, a medida que vayáis avanzando, os sentiréis cada vez más y más confundidos. A mí me pasó y llegó un punto en el que pensé que ya no iba a entender nada, pero después todo se pone en su lugar. Más o menos. 

¡Nos leemos la semana que viene! 🌸

lunes, 4 de julio de 2016

Barcelona Beatles Weekend 2016

Esta y las demás fotos son de mi propia cosecha
Imagino que a estas alturas ya todos sabréis que soy una fan acérrima de The Beatles, así que no podía perderme el Barcelona Beatles Weekend de este año. Para quienes no sepáis de qué hablo, el Barcelona Beatles Weekend es un acontecimiento musical que se celebra en Barcelona desde el año pasado, cuando se cumplieron 50 años de la primera y última visita de los Beatles en España (en 1965). El caso es que este año decidieron repetirlo al ver que la primera edición tuvo bastante éxito y, como no podía ser de otra manera, una servidora hizo la maleta, medio arrastró a su hermana y las dos se fueron el sábado día 2 de julio a Barcelona para asistir al evento.

Chevrolet Impala 1965
Mi intención es hablaros de mi propia experiencia, de lo que vi y de lo que sentí (que fueron muchas cosas y todas buenas, por suerte) así que si os apetece saber qué me perdí podéis entrar en la web oficial del evento (está linkeada arriba). Total, que nada más llegar a la Ciudad Condal y después de dejar las maletas (desde aquí gracias a nuestros tíos por dejar que nos quedáramos con ellos) nos fuimos a la Illa Diagonal, un centro comercial en el que se encontraba la exposición Amb els Beatles ahir i avui (Con los Beatles ayer y hoy para quien no sepa catalán), una muestra sobre la evolución de los Beatles a través de algunos objetos (discos, revistas, libros...) que fueron editados en España. Había también un apartado especial dedicado al concierto que dieron en Barcelona el 3 de julio de 1965 con material perteneciente a la colección privada de Magí Crusells (quien es profesor en la Universidad de Barcelona) y, para mí, la joya de la corona fue sin duda el Chevrolet Impala de 1965 en el que se desplazaron los Beatles durante su estancia en Barcelona hace ya 51 años. Llevaba queriendo verlo desde que supe que estaría expuesto, así que cuando al fin lo tuve delante no pude evitar tocarlo de la emoción que sentí. Y he de admitir que, al llegar a la exposición y ver los permisos, los documentos con la firma de John, Paul, George y Ringo y todos los valiosos objetos que había estuve a punto de soltar la lagrimilla (soy una fangirl, pero eso también lo sabéis así que no creo que os sorprenda). En un principio la exposición iba a estar hasta el 3 de julio, pero me parece recordar que vi un cartel en el que ponía que se podía visitar hasta el día 9 de este mes, así que si os apetece todavía estáis a tiempo de ir a verla. 

Yellow Submarine
Después de eso nos fuimos a cenar y cuando terminamos nos dirigimos al Parc de la Bederrida, en el barrio de les Corts, para ver alguno de los conciertos que ofrecían por la noche. Admito que estaba un poco nerviosa porque no sabía qué iba a encontrarme, no sabía qué ambiente habría ni si iba a llevarme un chasco, pero nada más lejos de la realidad. Había puestecitos donde se vendían e intercambiaban vinilos, donde se podía comprar discos, dvd's (no solo de The Beatles, sino de un montón de grupos de música) tazas, chapas, camisetas... Había también puestos de comida y bebida y, al lado del escenario donde actuaban las bandas, había una carroza del Yellow Submarine preciosa (la foto no le hace justicia, desde luego, pero creedme porque yo estuve a punto de guardármela en el bolso y llevármela a casa). Tuvimos la oportunidad de ver la mitad de la actuación del grupo Los Pasantes y a Santi Carulla (líder de los Mustang, un grupo español que en los sesenta versionaba las canciones de The Beatles), a Len Garry, uno de los integrantes de The Quarrymen, una banda formada en Liverpool en 1956 a la que pertenecieron John Lennon, Paul McCartney y George Harrison. Me hizo mucha ilusión que este hombre cantara In spite of all the danger (canción de la que os hablé en esta entrada) porque como ya os dije me encanta, y poder escucharla en directo y encima cantada por uno de los miembros originales de The Quarrymen es una oportunidad casi única.


The Flaming Shakers
Finalmente, para terminar la noche, vimos a The Flaming Shakers y lo único que puedo deciros es que acabé medio enamoriscada de ellos. Os juro que mientras los escuchaba y cantaba a grito pelado las canciones que interpretaban me pareció estar escuchando a los propios Beatles. Se movían igual que ellos, los instrumentos eran réplicas de los originales, los tonos de las voces eran super parecidos (por no decir casi iguales) y mi hermana y yo salimos de allí encantadas. Tuvimos la oportunidad de ponernos en primera fila y ya os digo, canté todas las canciones que mi garganta me permitió (terminé afónica) y cuando cantaron Hey Jude se nos pusieron los pelos como escarpias a las dos. Sí que eché de menos escuchar Revolution y Let it be (dos de mis favoritas sin duda) pero entiendo que es difícil escoger un repertorio concreto de canciones, y más de canciones de The Beatles que no tienen ni una mala. De todas formas me gustaron muchísimo todas las que cantaron, variando entre canciones de los inicios de la banda de Liverpool y algunas de su época más madura. Si os apetece escucharlos no dudéis en pasaros por su canal de Youtube y ya me contaréis qué os parecen porque seguro que os gustarán tanto como a mí. Esa noche ya les di las gracias vía Twitter e Instagram por haberme hecho disfrutar y emocionarme tanto, pero de nuevo les agradezco esa profesionalidad y esas ganas de revivir la música de nuestros queridos Fab Four.

Al salir del recinto ya pensaba que mi Barcelona Beatles Weekend había terminado porque el domingo por la tarde nos volvíamos a Olot y teníamos la intención de pasar el día con nuestros tíos, pero al día siguiente por la tarde, a eso de las tres, me enteré de que The Flaming Shakers iban a actuar esa misma tarde en la Illa Diagonal, junto a la exposición de la que os he hablado antes, y como nuestro autobús no salía hasta las 19:30h y ellos actuaban a las 18:00h, mi hermana y yo decidimos ir a verles de nuevo (fijaos lo encantadas que quedamos). Y así lo hicimos. Solo pudimos ver media actuación porque nos tuvimos que marchar pronto, pero la media hora que pudimos ver fue tan fantástica como la noche anterior. 

Y nada, nos marchamos de allí con el corazón un poquito roto por tener que irnos de nuestra ciudad pero sabiendo que volveríamos muy pronto. Y desde luego el año que viene pensamos repetir y regresar al Barcelona Beatles Weekend, si deciden volver a celebrarlo, claro. Si os gustan los Beatles o si simplemente apreciáis la música, la buena música, no os lo podéis perder porque seguro que terminaréis disfrutando tantísimo como lo hicimos nosotras dos. Espero haberos despertado la curiosidad (sobre todo con las cosas que no os he contado) y que os animéis porque vale muchísimo la pena. 

La quinta Beatle (ojalá)
 ¡Hasta la semana que viene! 🌺