martes, 27 de octubre de 2015

Apasionado Halloween

Foto sacada de la página de Facebook ARI
¡Hola! Aprovechando que se acerca Halloween, hoy me apetece compartir con vosotros algo diferente. Se trata de un recopilatorio de 26 relatos de terror escritos por el grupo de chicas pertenecientes a la página de Facebook ARI, entre las que me incluyo desde hace poquito tiempo. ARI son las siglas de Autoras Románticas Independientes, un grupo de escritoras independientes que buscan hacerse un hueco en el mundo literario con sus fantásticas historias.

En este recopilatorio hay un mini-relato escrito por mí (muy mini, en serio) y por otras escritoras que escriben de maravilla y que no os arrepentiréis de leer, entre las que no puedo evitar destacar a mi querida Juani Hernández

Si os animáis a leerlo, podéis descargar el archivo en PDF desde este enlace clicando en "compartir" y después "descargar". Aparte de eso, si os interesa, en esta página también podéis descargar y/o leer la revista digital de ARI para estar al tanto de las novedades de sus escritoras.

Espero de verdad que os animéis a leerlo y, si os gusta, a compartirlo con vuestras amistades o familia. Y claro, si os apetece podéis contarme aquí abajo vuestra opinión, sabéis que siempre es bienvenida. 

¡Nos leemos pronto! 

lunes, 19 de octubre de 2015

Burying the ex

¡Hola! Hoy os traigo otra crítica de cine, en concreto de una película que tenía ganas de ver desde que se estrenó el año pasado en el Festival de Cine de Sitges. Se trata de Burying the ex, dirigida por Joe Dante (el director de Los Gremlins o Pequeños Guerreros) y protagonizada por Anton Yelchin, mi querida Ashley Greene (el verdadero motivo por el cual la he visto, para qué vamos a mentir) y Alexandra Daddario. 

La película explica la historia de Max, un chico que trabaja en una tienda peculiar especializada en artículos de terror y que mantiene una relación setimental con Evelyn, una vegana y aficionada al medioambiente bastante... cargante. Max se da cuenta que su relación con Eve no va bien y decide cortar con ella, pero justo antes de hacerlo Evelyn es atropellada por un autobús y muere... O eso parece. Semanas después de la supuesta muerte de Evelyn, Max conoce a Olivia, una chica mucho más acorde con su personalidad y con la que congenia casi al instante. Lo que él no sabe es que Eve ha vuelto de entre los muertos para permanecer con él por siempre jamás y que no le va a poner las cosas nada fáciles. 

Yo no soy para nada aficionada a las películas de terror, ni de zombies, pero como he dicho antes con esta he hecho una excepción simplemente porque aparece Ashley Greene, y la verdad es que me alegro de haberla visto porque me he reído muchísimo. Desde luego no es la película del año y sus efectos no son los mejores, pero cumple con el cometido de entretener durante la hora y media que dura. Es muy divertido ver la cara de horror de Max al ver a Evelyn parada frente a su puerta después de llevar semanas muerta, las peculiares ocurrencias de Travis, el medio hermano de Max, o simplemente ver la nueva vida como zombie de Evelyn (aunque a veces da bastante asquito y grima).

A mí personalmente me ha gustado más de lo que esperaba y de verdad que me he partido de risa en según qué escenas aunque he pasado algo de miedo en otras (soy una cagueta, no puedo evitarlo). Así que os la recomiendo mucho si queréis ver una comedia de terror, por decirlo de alguna forma, que se sale de lo habitual y sobretodo si os apetece pasar un buen rato. Como siempre os dejo aquí abajo el trailer por si no os decidís:


¡Hasta pronto!

martes, 13 de octubre de 2015

Entre nostalgia y cintas de vídeo

¡Hola! Después de mi revindicación de la semana pasada hoy me apetece escribir sobre algo más relajado y curioso. Tengo ganas de contaros un poco más de mí, pero no de la yo que soy ahora, si no la yo de hace muchos años... De la de hace más o menos veinte años (tengo veintidós, casi veintitrés, haced cuentas). Ayer estaba hablando con mi hermana y nos pusimos a recordar cómo éramos de pequeñas y salió el tema de mis gustos, bastante peculiares para una niña de dos, tres, cuatro años a mediados de los años 90. 

Ya os comenté una vez que a mi padre le encanta la música, así que desde bien pequeñas tanto mi hermana como yo hemos crecido rodeadas de ella, escuchándola cada día y aficionándonos a grupos que en los noventa ya hacía más de veinte años que, si bien no habían dejado de existir (la mayoría), no solían escucharse a menudo. Pero yo cuando era una personita de apenas tres años tenía unas especies de obsesiones, por decirlo de alguna manera, originales. Vamos a empezar:
  • Antonio Machín: Lo cierto es que yo no tengo recuerdo alguno de esto, pero según mis padres y mi hermana aparecía la canción Tengo una debilidad en un anuncio infantil y cuando la escuché por primera vez me enamoré de ella. Cada vez que salía el anuncio en televisión me ponía en medio del comedor a bailarla con mis escasos dos años de vida hasta el punto que mi hermana tuvo que grabar el dichoso anuncio en una cinta VHS para hacerme feliz. Eso sin comentar que mi abuela compró el cassette de Machín en el mercadillo de nuestra ciudad para hacerme aún más feliz, pero como ya os digo yo no me acuerdo de nada de esto.
  • Suzi Quatro: De esto sí me acuerdo, más que nada porque aún hoy en día escucho sus canciones más feliz que unas castañuelas. Suzi era una cantante y bajista norteamericana que se marchó a Inglaterra a principios de los años 70 para probar suerte como cantante de Rock. Por entonces era muy, muy extraño que una mujer quisiera ser rockera, pero ella lo consiguió convirtiéndose sin duda en la primera (y casi única) mujer del Glam Rock británico. Mi padre tiene diversas cintas de vídeo de música de los años 70 y en una de ellas aparece la canción Can the can, con la que sin duda me volvía loca. Por entonces tenía una guitarra de esas de juguete con botones que reproducían música infantil, y no dudaba en hacerme con ella cada vez que escuchaba alguna de las canciones de Suzi intentando imitar sus movimientos cual rockera amateur. Era, sin duda, mi cantante femenina favorita y siempre que podía o bien ponía sus vídeos o escuchaba sus canciones. Sobra decir que me trae muy, muy buenos recuerdos y que me pongo muy feliz al escuchar sus canciones todavía hoy en día.
  • Boney M: Mi obsesión con este grupo era hasta preocupante porque no había día en el mundo en el que no pusiera la cinta de vídeo que compró mi padre desde el principio hasta el final. Boney M era un grupo de música disco proveniente de las Antillas compuesto por cuatro integrantes; tres mujeres y un hombre. Muchas de sus canciones son famosas y es imposible que no os suene ninguna (os pongo de ejemplo la canción Poker face de Lady Gaga en la que el ma ma ma ma tan característico que suena varias veces está sacado de la canción Ma Baker de Boney M). Por desgracia no puedo escoger solo una de sus canciones porque lo cierto es que me gustan todas, pero os dejo Rivers of Babylon que es una auténtica maravilla. Comentar que si la cinta de vídeo estaba destrozada en los noventa, imaginad cómo está ahora porque sí, sobrevivió. 
  • El negrito del Colacao: vale, esto no es ni un cantante ni un grupo de música, pero he de admitir que tuvo un gran impacto en mi persona. No sé de dónde sacó mi madre la cinta de vídeo en la que aparecía la canción Yo soy aquel negrito (seguramente de unos packs de esos grandes de Colacao) pero a mí me encantaba y también la ponía día sí y día también hasta que un día dejó de funcionar y me quedé sin negrito del Colacao. Pero lo cierto es que la canción me ponía muy contenta y me sigue trayendo muy buenos recuerdos, aparte de que me parto de risa cada vez que escucho la canción.
  • Blancanieves: No hace falta que explique qué es porque todo el mundo conoce la historia de Blancanieves, pero sí, me encantaba. Tenía la película en VHS y también tuve mi época de ponerla diariamente hasta que nuestro reproductor de vídeo decidió no devolverme la cinta y murió con ella dentro. Así fue cómo me quedé sin la película de Blancanieves a pesar de que ahora en la actualidad no me gusta demasiado. Cosas que pasan. 
Por el momento esto es todo. Como veis ya de pequeña era una fangirl sin remedio, y me daba igual que fuesen grupos de música, anuncios o películas antiguos o nuevos, yo solo quería bailar y cantar. Todo lo que he nombrado me trae muy buenos recuerdos y siempre será así, así que espero haberos contagiado algo de mi nostalgia y que hayáis disfrutado de la entrada.
¡Nos leemos en la próxima! 

lunes, 5 de octubre de 2015

El derecho a tener derecho

¡Hola! Hoy me apetece escribir sobre un tema algo más serio, por decirlo de alguna forma, a lo que suelo escribir normalmente. Es un tema que lleva meses rondándome por la cabeza y que me parece que es importante tener presente. Se trata del derecho a tener derecho. A tener derecho a hacer o decir lo que creamos conveniente, a expresar nuestra opinión sin que se nos insulte ni censure, a quejarnos cuando lo creamos conveniente o a vestir lo que nos plazca.

Por mucho que se diga que vivimos en una sociedad liberal, tolerante y progresista, lamento deciros que no es cierto, al menos en mi opinión. Claro que hemos avanzado en muchas cosas desde el siglo pasado, pero no en tantas como se suele creer. Podría escribir sobre muchos temas... sobre el feminismo, la libertad, la libertad de expresión, los derechos humanos... Y de algo así me gustaría escribir hoy. La sociedad actual es liberal, tolerante y progresista con lo que le conviene. Pero cuando aparece algo a lo que no está acostumbrada o que resalta por no ser lo que está catalogado como "normal", es necesario domarlo hasta convertirlo en algo ordinario y anodino. Y si eso no da resultado, es preciso hacerlo desaparecer de raíz. 

Pues no debe ser así.

Cada día me asombro más de lo ruin y cruel que puede llegar a ser la gente cuando encuentra algo que destaca pero a lo que no está acostumbrada. Las redes sociales son un gran avance, sí, pero también son un hervidero de personas cobardes que se escudan detrás de una pantalla y de un anónimo para insultar y machacar a otras personas simplemente porque son diferentes. Porque les gusta un tipo de música que no es el "habitual" o porque luchan por sus sueños aunque parezcan imposibles, por poner un par de ejemplos. Aún hoy en día hay gente que insulta a homosexuales, lesbianas, bisexuales y transexuales porque son lo que quieren ser y porque se muestran tal y como son. ¿Y eso es malo? ¿La televisión, las revistas y la publicidad en general no se llenan la boca con frases del tipo "Sé tú mismo"? Por eso muchas personas llegan a esta conclusión: ¿De qué sirve serlo si vas a acabar insultado y denigrado hasta el punto en el que crees que más vale seguir a esa panda de borregos que hablan, escuchan y ven lo mismo solo porque es lo que está de moda? 

Por eso es importante que todos sepamos que tenemos derecho a ser como queramos ser y a querer a quien queramos querer, sea hombre o mujer, por mucho que otras personas nos lo intenten impedir. Y no solo eso: tenemos derecho a hablar sin tapujos, a opinar sobre si nos gusta algo que a la mayoría no y viceversa sin ser considerados raros, sin ser insultados y sin tener que sentirnos menospreciados o inferiores. También tenemos derecho a quejarnos sin miedo, a ir a una tienda si has comprado un ordenador que no funciona y quejarte sin temor ninguno, porque estás en tu derecho. 

Con esta entrada no pretendo hacer un llamamiento a la revolución ni nada parecido (aunque no vendría mal del todo, la verdad, y menos con los tiempos que corren...). Podemos quejarnos y dar nuestra opinión siempre y cuando se haga con el respeto y las palabras adecuadas. Yo soy la primera que se enciende al leer críticas o reseñas negativas de un libro que me ha encantado, por ejemplo, pero como he dicho antes no todos tenemos los mismos gustos y en eso reside el encanto del mundo que nos rodea. Y siempre que una crítica negativa se haga con la intención de construir, y no de destruir, es bienvenida. De todas las personas se pueden aprender cosas nuevas, y al fin y al cabo todos somos eso: personas. No importa nuestra cultura, nuestra religión o el color de nuestra piel... Vamos a acabar todos el el mismo lugar. Y por descontado ninguno de nosotros somos superiores ni inferiores que cualquier otra persona. Hay una frase de la Oreja de Van Gogh que siempre me ha gustado, que encaja mucho con lo que quiero expresar y que dice así: La vida más pequeña vale mil veces más que la nación más grande que se invente jamás.  

Pues eso.

En algún momento de mi vida me gustaría poder pensar de verdad que nos hemos convertido en una sociedad liberal, tolerante y progresista que vela antes por el bienestar de sus ciudadanos que no por el dinero y el poder... Y aunque es difícil estoy segura de que vamos por el buen camino. Por eso me gustaría deciros que no malgastéis tiempo en cosas sin importancia... Gastadlo en sentir, en querer, en elogiar y en perdonar. Al fin y al cabo... aquí solo estamos de paso.

¡Nos leemos pronto!

jueves, 1 de octubre de 2015

Nowhere Boy

¡Hola! Hoy en la sección de cine os vengo a hablar de una película que tenía muchas ganas de ver desde que supe de su existencia. Se trata de Nowhere boy (2011), dirigida por Sam Taylor-Wood y protagonizada por Aaron Taylor-Johnson, Kristin Scott Thomas, Anne-Marie Duff y Thomas Brodie-Sangster. 

La película es un biopic sobre la adolescencia de John Lennon (he decidido ver todas las películas sobre The Beatles y ya llevo unas cuantas) y trata sobretodo la difícil relación que tuvo con su tia Mimi y con su madre Julia, así como sus inicios en el mundo de la música. En este film podemos ver a un John Lennon de dieciséis años al que no le van nada bien los estudios, que odia ponerse las gafas y muy rebelde, que en el fondo lo que necesita es algo de cariño por parte de su familia más próxima. Vive con sus tíos George y Mimi porque su madre lo "abandonó" de pequeño, y eso es algo que lo dejó marcado de por vida. 

Aparte de eso, Nowhere boy explora el descubrimiento del Rock and Roll por parte de John Lennon, sus deseos de aprender a tocar la guitarra y sus ganas de formar un grupo de música. A partir de aquí veremos su primer encuentro con Paul McCartney y, a raíz de este, con George Harrison. Ya os he contado demasiado del argumento de la historia, así que mejor cambio de tema. 

La caracterización de los personajes no es precisa en absoluto, pues John Lennon no tenía los ojos azules, por ejemplo, y aunque a mí me guste mucho Thomas Brodie-Sangster, no se parece a Paul McCartney ni en el blanco de los ojos. Aparte de eso, en el film hay algunos errores históricos que no concuerdan con lo que pasó en la realidad (supongo que para hacer la película más dinámica). No obstante, esos detalles no importan cuando la historia (a pesar de sus errores) está tan bien llevada y la actuación de los actores es tan buena. En serio, me ha sorprendido muchísimo Aaron Taylor-Johnson (al que ya conocía de Los Vengadores: la era de Ultrón), más que nada porque no sabía que cantaba tan bien y que era capaz de imitar tan perfectamente la voz de Lennon. Kristin Scott Thomas y Anne-Marie Duff, que interpretan a la tía Mimi y a Julia, la madre de John, respectivamente, también se llevan mis halagos por la fuerza de su interpretación. Chapó a las dos. 

Lo que también es muy destacable de este film es su banda sonora; entre Elvis Presley, Jerry Lee Lewis y, cómo no, The Beatles, he disfrutado de lo lindo. Sobretodo me ha encantado una de las canciones de The Quarrymen (para quien no lo sepa, fue uno de los primeros grupos integrados por John Lennon, Paul McCartney y George Harrison, entre otros) que se llama In spite of all the danger del año 1957, aunque versionada para la película.

A mí personalmente me ha gustado muchísimo, la he disfrutado, no se me ha hecho larga en absoluto, al contrario, y he conocido una parte de John Lennon desconocida para mí. Por eso la recomiendo totalmente, aunque es probable que la disfruten más aquellos que son aficionados a la música de Lennon y de The Beatles (aunque la película no explore la locura que vivieron durante su apogeo musical. Si queréis ver algo de ese tema, os recomiendo muchísimo A hard day's night protagonizada precisamente por los propios Beatles). Por si no os decidís a ver Nowhere boy os dejo aquí abajo el trailer a ver si os convenzo.



¡Hasta pronto!